Aprende a conocer a tus lectores para anticiparte a sus necesidades
– ¿Qué tenemos aquí?
– Varón, 28 años. Muestra signos de no haberle dado mucho el sol en los últimos años.
– Ya veo… ¿Fue secuestrado?
– No, parece ser un gran aficionado a la tecnología.
– ¿Y eso cómo lo sabe? ¿miopía y túnel carpiano?
– No, lleva consigo los carnets del Game, la Fnac, una entrada del E3, el teléfono rooteado y lo que parece ser una placa de Arduino.
– ¿Y por qué lo han detenido?
– Estaba intentando desbloquear los ordenadores de la biblioteca municipal para conectarse a Twitter.
En este nuevo artículo de Loopeando.com te guiaremos para que hagas de «mentalista» con tus usuarios y puedas conocerlos un poco mejor. Así sabrás cómo dirigirte a ellos, qué lenguaje usar, qué cosas tenéis en común más allá de la propia temática de tu web, etc
¿Para qué? Porque sólo si conoces a quien hay detrás de la pantalla puedes elaborar un mensaje efectivo, adictivo y motivador.
Este post es uno de los tres vértices de la serie de artículos que hemos elaborado para que aprendas a que tus mensajes tengan un impacto infalible:
- ¿Qué horarios tienen tus lectores? No actualices demasiado pronto o demasiado tarde
- Gánate a tu lector: ¿Cómo puedo conocer sus gustos y escribir sobre lo que le interesa?
- Y este mismo artículo; Radiografía de tus usuarios: Esos grandes desconocidos
Esperamos que te guste y, como acostumbramos a decir: Pasa, disfruta, aprende y comparte.
Resumen de contenidos
- Estableciendo un perfil de tus propios usuarios
- Stalkear el perfil de los visitantes de otras webs del sector
- Adáptate a sus gustos y horarios
- Crea expectativas y cúmplelas siempre
- Tú no eres lo importante. Estás aquí para resolver sus problemas
- Hazles participar: Pide opinión, ¡llámalos a la acción!
Estableciendo un perfil de tus propios usuarios
Cuando creamos una página web, un foro, una tienda online, un blog… Seguramente tengamos en mente un usuario ideal al que dirigirnos.
Es posible que en el caso del blog, lo hagamos para nosotros mismos, al menos al principio. En cuyo caso ese usuario ideal sería una proyección de cómo somos nosotros: Lo que nos gusta, lo que nos disgusta, lo que nos inquieta…
Sin embargo a menudo acabamos percatándonos de que las personas que visitan nuestra web no encajaban en el perfil al que creíamos dirigirnos o, ¡lo que es peor, quizá ni nos demos cuenta de que eso está sucediendo!
¡¿Tan grave es?! Os voy a contar una anécdota:
Dos años después de que Orson Scott escribiese el “El juego de Ender”, se percató de que en las promociones, casi todo el público que acudía a que le firmase la novela, eran adolescentes.
Scott había enfocado su libro como ficción para adultos, y así lo había lanzado la editorial. Pero cuando vieron el furor que causaba entre los quinceañeros, decidieron cambiar radicalmente la portada y el plan de marketing. ¿El resultado? Las ventas se dispararon.
De ahí la importancia de conocer al público que está consumiendo nuestro contenido pues, como le pasó al escritor estadounidense, quizá estemos perdiendo una gran oportunidad al dirigirnos a nuestro público de manera inadecuada.
Al fin y al cabo, no hablas igual a un adulto que a un adolescente, ¿no? De la misma forma que no vendes igual un producto para un target que para otro y, ni mucho menos utilizas las mismas plataformas de promoción.
¿Y cómo puedo saber cómo son las personas que visitan mi web para adaptar mi producto a ellas?
Haz encuestas
La manera más sencilla es preguntar.
Existen herramientas como SurveyMonkey que nos ayudan a elaborar encuestas totalmente gratuitas y fáciles de usar.
Podemos aprovechar la encuesta para preguntar sobre los gustos del usuario e incluso para realizarnos un autoexamen. Pero el propósito principal de la nuestra debe ser conocer al lector.
Lo negativo de este método es que a menos que se dé un incentivo: Por ejemplo, un sorteo entre los participante, son pocas las personas que estadísticamente suelen participar. Por otro lado, en una encuesta queda muy feo preguntar directamente cosas como: ¿A qué hora sueles conectarte? ¿Cuánto tiempo te pasas navegando por mi web? ¿Qué edad tienes? ¿Visitas a la competencia?… Así que o se usa ingeniería social para conocer lo que nos interesa de manera sutil o indirecta, o nos centramos en otros métodos un poco más complejos, pero que nos darán información más precisa.
Mira quienes te siguen en las redes sociales
Hace unos años, en el canal Mega, hicieron un pequeño experimento. En la plaza de una típica ciudad británica instalaron una carpa que se anunciaba como: “La adivina”.
Los curiosos entraban de uno en uno y se sentaban ante una vidente con una bola de cristal que, en cuestión de segundos adivinaba su nombre, apellidos, qué había hecho su curioso visitante en sus últimas vacaciones, quienes eran los amigos que le esperaban fuera, si su vida amorosa pasaba por un buen momento y, por supuesto, si tenía ya las entradas o no para el próximo concierto de su grupo favorito.
Podéis imaginar la cara de incredulidad de los ingenuos visitantes, a los que tras el susto de sus vidas se les enseñaba el secreto de cómo su intimidad había sido totalmente desvelada en apenas unos minutos: Tras las paredes, un pequeño ejército de personas armadas con ordenadores buscaban en las redes sociales toda la información referente a esa persona. Por supuesto, cuando más activo e indiscreto hubiese sido, más incisiva podía ser “la adivina”.
Tenemos la malsana costumbre de contar toda nuestra vida en las redes sociales y, por tanto, es muy sencillo saber cómo son quienes te siguen dando un somero vistazo.
En Facebook, por ejemplo, basta con asomarse a los grupos que sigue un usuario para conocer sus gustos musicales, sus referentes en el cine, si le gusta leer manga o es más de narrativa… Podemos conocer a sus ídolos viendo su perfil en Twitter y saber cómo se expresa, sus ideas políticas, su equipo de fútbol… Si nos asomamos a Instagram veremos cómo viste, si le gusta cocinar o realizar manualidades, si lo suyo es la fotografía o el fitness…
Podemos emplear diferentes herramientas para extraer esa información de manera indirecta, y centrarnos en crear un arquetipo o usuario ideal a partir de los perfiles de nuestros seguidores más activos.
Algunas herramientas que nos pueden ayudar mucho con esta tarea son:
- Top5followers: Conoce cuáles son tus 5 seguidores más activos en tu perfil de Twitter.
- Facebook Graph Search: Nos permite hacer búsquedas sociales como por ejemplo: “¿Qué música escuchan mis seguidores?” “¿Cuántos han estado en París?” o directamente “Hombres solteros de Madrid”.
- Twitter Analytics: Similar a Google Analytics pero con tus seguidores de Twitter. Lo que nos lleva al siguiente punto…
Google Analytics, la herramienta por excelencia
[Si es la primera vez que utilizas Google Analytics, te recomendamos leer el artículo: Cómo crear y activar una cuenta de Google Analytics]
- Nos identificamos con nuestra cuenta de Analytics.
- Vamos al apartado Audiencia –> Visión General
- Veremos algo como esto:
Ahí podremos ver:Las sesiones, usuarios, páginas por sesión… las explicamos al detalle en el artículo “Descubre cuántas personas ven tu web y las de la competencia”.
En este post vamos a centrarnos en las más relevantes para conocer a nuestro público, y comenzamos con los tres parámetros que nos indican si nuestro contenido les gusta o no:
- Duración media de la sesión: Indica cuánto tiempo pasa una persona promedio en tu web. Números muy bajos indican que el contenido no es interesante.
- Porcentaje de rebote: Un rebote se produce cuando un usuario entra a la web y sale sin interactuar con ella. Es como asomarnos a un pub, ver el ambiente y salir sin consumir: Algo no nos ha convencido. Lo más probable es que no haya visto en un vistazo lo que venía a buscar. Porcentajes altos indican problemas en la accesibilidad de la web o en los contenidos.
- Porcentaje de nuevas sesiones: Nos marca cuánta gente, sobre el total, es la primera vez que accede a nuestro site. Puede deberse a que la web sea nueva, a que estamos muy bien posicionados en Google…. O a que nadie vuelve a nuestra web una 2da vez… Es un dato que hay que ver en contexto con los demás.
En la parte inferior vemos información particularizada en el propio usuario, y ya no tanto en su comportamiento con el contenido. Para ello se nos aportan estadísticas tales como: Idioma del usuario (debería coincidir con el de tu web porque si no…), País de procedencia, Ciudad, si se conecta desde el portátil o desde el móvil, si usa iPhone o Android, etc…
Sólo con este adelanto ya podemos establecer un primer acercamiento al perfil de nuestro lector.
En el ejemplo de la imagen se nos muestra que el usuario medio habla español y vive en grandes ciudades como Madrid y Barcelona:
- Tras ello podemos volver al menú de la izquierda y conocer un poco más para seguir completando el perfil:
Audiencia –> Datos demográficos –> Visión General
Ahí conocemos la edad y sexo.
En nuestro caso la mayor parte son hombres de entre 25 y 44 años.
- En Audiencia –> Intereses –> Visión General
Podemos ver qué tipo de contenido prefieren nuestros lectores. Qué es lo que consumen y qué les gusta. Información que, como decíamos, podemos utilizar para crear un mensaje más ameno e interesante, realizar imágenes de un estilo determinado, buscar anunciantes de ese target, etc.
En el ejemplo que os mostramos a continuación, nuestros visitantes se decantan por decoración, jardinería, paisajismo, biología, flora y fauna… Vamos, que son unos grandes aficionados a la naturaleza.
- Y en Audiencia –> Dispositivos móviles –> Visión General
Vemos que, en nuestro caso, hay casi la misma audiencia que se conecta desde el móvil que gente que prefiere conectarse desde un portátil o sobremesa.
- Finalmente podemos poner en común toda esta información con la que obtuvimos en los artículos ¿Qué horarios tienen tus lectores? No actualices demasiado pronto o demasiado tarde y Gánate a tu lector: ¿Cómo puedo conocer sus gustos y escribir sobre lo que le interesa?
Con toda esa información hemos elaborado un arquetipo del lector de la web que hemos puesto de ejemplo:
Evidentemente, no se trata de un lector de Loopeando.com. ¿Adivináis de qué página se trata?
Stalkear el perfil de los visitantes de otras webs del sector
SimilarWeb y algunos comandos interesantes de Google como «related», pueden ayudarnos a conocer quiénes pueden ser nuestra competencia o compañeros del sector, según nuestro enfoque.
Pero una vez tengamos claro quién es el rival a batir o el espejo en el que mirarnos, tenemos a nuestra disposición una fuente importantísima de información: Los usuarios que los visitan a ellos.
Si somos capaces de ver sus redes sociales y estudiar sus perfiles más activos (o bien usando las herramientas mencionadas anteriormente: Top5followers, Facebook Graph Search… o bien con paciencia seleccionando los que veamos a ojo), podremos extraer información tan valiosa para establecer un perfil tipo al que dirigirnos, que puede cambiar completamente nuestro enfoque y encaminarlo al éxito.
A fin de cuentas, estaremos ahorrándonos decenas de meses de ensayo y error, y aprenderemos directamente de quien ya ha dado con la tecla adecuada. De esa forma, podremos invertir todo ese tiempo ganado en mejorar la fórmula mágica.
Adáptate a sus gustos y horarios
Y esa es la clave, por eso estamos haciendo todo esto: Aprendemos de nuestros lectores o de los lectores de las webs a las que queremos parecernos. Averiguamos a qué horas se conectan para que nuestro mensaje esté ahí listo para ellos. Conocemos sus gustos para empatiza con ellos y adaptar nuestro mensaje personalizándolo al 100% y, por supuesto, intentamos establecer un perfil en el amplio sentido de la palabra: Si es mujer u hombre, si se conecta desde un móvil o desde el sobremesa, si es un adolescente que estudia o un adulto con cargas familiares… Metemos todo ello en una batidora y… ¡tachán!
Crea expectativas y cúmplelas siempre
Pero hay más. Hay ciertos errores que pueden hacer que, aun teniéndolo todo estudiado, nuestro mensaje fracase…
Hay algunos errores imperdonables que pueden echar por tierra todo nuestro esfuerzo. Y uno de los más importantes es: Crea expectativas, pero CÚMPLELAS SIEMPRE.
De nada sirve crear los titulares más magníficos y atrayentes del mundo, si cuando el lector acaba de leer tu post se queda… frío. Con la sensación de haber sido estafado. Bueno, en realidad para algo sí sirve: para que no vuelva a leerte nunca más.
Ejemplos:
Título: Cómo hackear Hotmail – Método 100% Efectivo
Cuerpo: Si conoces al propietario de la cuenta, puedes probar con su fecha de nacimiento, el nombre de su perro o su talla de calzoncillos. En caso de que no lo conozcas, utiliza la ingeniería social para que te la acabe diciendo indirectamente.
Impresión tras leerlo: ¡¡¡¡¡¡¿Quéeee?!!!!!! ¿¿Y eso es 100% efectivo?? ¡Muchas gracias capitán obvio! Para eso no necesitaba de tus “sabios consejos”.
Título: 5 trucos para aprender cualquier idioma en 60 días
Cuerpo: Vídeo sobre lo bien que hablan 5 idiomas dos profesores de idiomas cuyos padres son de Alemania y España. Y además han conseguido la fabulosa gesta de aprender Portugués, Italiano y Catalán. [Ojo, vídeo verídico…]
Impresión tras leerlo: Ni tan siquiera mereces mi desprecio…
Tú no eres lo importante. Estás aquí para resolver sus problemas
Otro de esos errores imperdonables es hablar sobre ti mismo o de tu producto. Es decir, seguro que eres una persona maravillosa y tu producto es genial pero… Cuando salen los anuncios en la TV yo cambio de canal, ¿tú no? Pues imagínate si debo leer activamente lo que tú intentas venderme una y otra vez con decenas de líneas sobre el cuchillo que corta acero, diamantes y mithril.
Lo que debes intentar es ayudar a los demás, eso sí, con tus soluciones o productos. No hables sobre las bondades de tu zapatilla de deporte; habla sobre lo importante que es hacer ejercicio para que mantenerse en forma, envejecer de manera saludable, prevenir decenas de enfermedades cardiovasculares… Habla sobre cómo iniciarse en el running, qué requisitos previos deberías tener en cuenta, qué equipación necesitas, qué objetivos deberías marcarte… Habla sobre cómo saber si eres supinador o pronador, cómo elegir unas buenas zapatillas, los tipos que hay… ¿Entiendes la dinámica? Ayudas al usuario y le transmites tu pasión por lo que haces. Él mismo acabará comprando tus zapatillas porque comprenderá que son una necesidad para conseguir sus objetivos.
Hazles participar, pídeles opinión. ¡Llámalos a la acción!
Y es que si ya han comprado y probado tus zapatillas, lo mejor que pueden hacer es ser ellos mismos quienes les digan a los indecisos lo buenas que son, ¿no? Porque tú tienes vetada esa opción, pero tus clientes no. A ti nadie te va a creer, a fin de cuentas sólo quieres vender. Si es a toda costa o tienes escrúpulos es algo que se dirimirá en el futuro pero… ¿por qué iba a mentir tu cliente?
¿Y si se hace una foto con las zapatillas nuevas y la pone en sus redes? ¿Sabes a cuántas personas habrás llegado sin darte cuenta? ¿Y si además haces un sorteo entre quienes lo hagan?
Nunca subestimes el poder de tu público. A ellos te debes. Ellos pueden darte la gloria o mostrarte la mayor de las indiferencias.
¿Y vosotros? ¿Qué experiencias habéis tenido? ¿Habéis podido establecer los perfiles de vuestros lectores?
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