A estas alturas, pocos quedan que no conozcan, aunque sea de oídas, las excentricidades del que fuera CEO de Microsoft.
Steve Ballmer lideró la compañía durante 14 años, pero lo que realmente le hizo famoso no fue su posición, ni el haber sido el empleado nº30 de la compañía. Fueron sus enérgicas e intensas apariciones:
https://www.youtube.com/watch?v=Nc4MzqBFxZE
De las que se han hecho miles de memes y remixes:
Pero Steve Ballmer también acuñó, o eso dice la leyenda, el llamado “Ballmer Peak” o Pico de Ballmer. Una simpática teoría que dice que, con 2 cervecitas, uno alcanza una sorprendente inspiración escribiendo código.
Si quieres saber más sobre este mito, su autor, teorías, folclore e investigaciones al respecto, ¡No dejes de leer este artículo de Loopeando.com!
[resumen]
- ¿Qué es el Ballmer Peak?
- ¿Cuál es su origen?
- Leyendas y viralidades
- ¿Qué hay de cierto en esta teoría? La ciencia contesta
[titulo]¿Qué es el Ballmer Peak?[/titulo]
Según el Urban Dictionary:
“El Pico de Ballmer es una teoría basada en que los programadores obtienen una capacidad de codificación casi-mágica y sobrehumana cuando tienen un porcentaje de concentración de alcohol en sangre de entre 0.129% y 0.138%”
O dicho de otro modo: [subraya_verde]A pesar de que la ingesta de alcohol disminuye las capacidades cognitivas, hay un intervalo muy estrecho en el cual, mágicamente, sucede todo lo contrario.[/subraya_verde]
[titulo]¿Cuál es su origen?[/titulo]
Probablemente popularizada por la magistral viñeta de Randall Munroe:
El origen del concepto parece remitir a la Ley de Yerkes-Dodson, que afirma [subraya_verde]que el rendimiento aumenta con la excitación fisiológica o mental, pero solo hasta cierto punto[/subraya_verde].
El excitante puede ser estrés, alcohol, cafeína… y por ello, no sería de extrañar que Steve Ballmer se hubiese servido de dicha ley para adaptarla al ambiente Nerd.
Por otro lado, [subraya_verde]el origen del nombre y su representación, probablemente sean un guiño a los “Picos de Balmer” (con una “L”)[/subraya_verde], que en física atómica representan los picos en el espectro de emisión de hidrógeno (llamado así por el científico del siglo XIX Johann Balmer):
[titulo]Leyendas y viralidades[/titulo]
¿Imagináis conseguir convencer a vuestro jefe, no sólo de que os deje beber en el trabajo, sino de que además el favor se lo hacéis vosotros siendo así más eficientes?
La fórmula parece sencilla:
Beber alcohol = mejor código = más dinero para la empresa
¿Será el alcohol lo que las espinacas para Popeye? Si alguien se anima a intentar convencerlo, ¡¡queremos conocer la respuesta en los comentarios!!
Como podéis imaginar, a raíz de este fenómeno han surgido muchas leyendas, como la de que [subraya_rosa]Apple enchufa a sus empleados, vía intravenosa, licor Schnapps (elaborado con manzanas, ¡por supuesto!).[/subraya_rosa] Eso sí, con una cuidadosa y esmerada calibración.
O la iniciativa de los chicos de Originate, en San Francisco, que [subraya_verde]organizan un Ballmer Peak-A-Thon para “probar” esta teoría[/subraya_verde]. El Ballmer Peak-A-Thon es un bar abierto Hack-A-Thon y, si tenéis curiosidad, os recomiendo este reportaje que hizo TechCrunch:
[Ver Videoreportaje del Ballmer Peak-A-Thon]
Su descripción es la siguiente:
“Tendrás 5 horas para encontrar el elusivo Ballmer Peak y construir el mejor negocio posible. Proporcionaremos un bar completo, camarero, comida y un montón de nombres de dominio absurdos para comenzar la fiesta.”
Continúan con la advertencia, ” Ballmer PEAK, no Ballmer GUTTER - Nuestro objetivo es beber y programar, no desmayos y vómitos por todos lados. Conoce tus límites y todos lo pasaremos bien. Ignora tus límites y verás fotos tuyas muy embarazosas en Reddit”.
https://www.youtube.com/watch?v=oWSJ2Iqdce8
¿Os apuntáis?
E incluso hay una web que te calcula cuánto alcohol ingerir, en base a tu peso y estatura, para que alcances el Ballmer Peak justo cuando vayas a ponerte a programar.
Y para finalizar esta sección, hay una marca de cerveza Noruega, Austmann, que ha registrado la Ballmer Peak Beer en la red social Untappd. ¡Ya tiene 38 reviews!
[titulo]¿Qué hay de cierto en esta teoría? La ciencia contesta[/titulo]
Hay muchas anécdotas sobre cómo determinados estimulantes aumentan la creatividad. Especialmente conocidas son las relacionadas con la música de los 70, 80 y 90, donde podía parecer que para componer una obra maestra había que estar fuertemente narcotizado o ebrio.
Es famosa la respuesta de Bill Hicks, un humorista y músico estadounidense, que al ser preguntado sobre las drogas y la inspiración, respondió:
“Verás, creo que las drogas nos han dado cosas muy buenas. Lo creo de verdad, y si tú no estás de acuerdo, hazme un favor. Vete a casa esta noche, toma todos tus álbumes, tus cintas y tus CD, y destrúyelos. Destrúyelos porque sabes qué, los músicos que crearon toda esa música lo hicieron en años increíblemente ricos en drogas. Los Beatles, por ejemplo, estaban tan jodidamente puestos que dejaron que Ringo cantara algunas canciones “
Llegado este punto, debemos aclarar que [subraya_verde]no estamos haciendo apología del consumo de ningún estimulante[/subraya_verde]. Es más, algunos estudios científicos demuestran lo tremendamente perjudiciales y destructivos que son. Y que [subraya_verde]esos momentos de inspiración a menudo se basan más en la relajación asociada al consumo por dependencia o a un efecto placebo que al propio estimulante en sí mismo.[/subraya_verde]
Pero sin embargo, ahí está el Ballmer Peak, y es que como todo en esta vida, nada es blanco ni negro, y en la moderación está la virtud:
En el año 2012, The Observer, un periódico británico de gran tirada, hacía sonar la campana con un artículo titulado, “El Ballmer Peak es real“:
Realizado por la Universidad de Illinois, el estudio puso a prueba la capacidad creativa para la resolución de problemas, de un grupo de hombres que bebieron vodka de arándanos mientras comían unos sandwiches. Tras ello, se les pidió que resolvieran unos acertijos.
Los resultados fueron marcadamente diferentes entre el grupo de control y el “achispado”: Aquellos con una concentración de alcohol en sangre de 0.075, acertaron 9 preguntas en 11,5 segundos, y el grupo de control tan sólo 6 en 15,2 segs.
Naturalmente, ambos grupos habían habían obtenido resultados comparables en un examen similar antes de que comenzara el consumo de alcohol.
Otro artículo (Gustafson, 1991, Norlander and Gustafson, 1998) parece concluir que: “el consumo moderado de alcohol mejora ciertos tipos de pensamiento creativo y no afecta al pensamiento lateral, pero a su vez perjudica las habilidades motoras y espaciales.”
Y por último y para no extendernos demasiado, el estudio de Lapp, Collins e Izzo enfrentó a diferentes desafíos creativos a grupos de personas que habían bebido un cocktail con Vodka en diferentes concentraciones. Algunos con 0% de alcohol. Y se les hizo creer que el combinado estaba igual de cargado para todos.
Los resultados obtenidos respaldan la idea de que las personas creativas probablemente se inspiran en el consumo de alcohol … pero demuestran que este efecto puede deberse a los efectos esperados y no a los farmacológicos.
O dicho de otra manera, [subraya_rosa]se muestran más inspirados por creer que están tomando alcohol, no por el efecto del mismo.[/subraya_rosa]
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